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jueves, 10 de abril de 2014

Los genes hacen la dieta

Cómo nutrirnos en función de nuestros genes. Esa es, a grandes rasgos, la esencia de la nutrigenómica, una disciplina científica reciente que combina dos de los campos que mayor auge han experimentado en los últimos años: la alimentación y la genética. Los investigadores luchan así por ofrecer herramientas para combatir, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares, que se han convertido en una auténtica lacra por el alarmante número de muertes causadas en los últimos años en los países desarrollados.



Para ello, tratan de explicar la relación que existe, pongamos el caso, entre un gen, el APOE, y una situación, en este caso los niveles de colesterol de un individuo. Dicho gen, encargado de regular la apolipoproteína E (APOE), circulante en sangre y que facilita la entrada de lípidos en las células, se manifiesta de tres formas (alelos) diferentes: E2, E3 y E4. Pues bien, aquellas personas portadores del E4 presentan niveles de colesterol más altos que los del E3, y éstas a su vez más que los portadores E2. No sólo eso. Entre los portadores de E4, los efectos (niveles altos de colesterol) se manifiestan mucho más en aquellas poblaciones que consumen altos niveles de grasa (como Estados Unidos) que en las menos habituadas a ellas (como Japón). Tal descubrimiento permite modificar con la alimentación los efectos de la genética y, además, explicar por qué unas personas responden mejor que otras a una dieta. Las personas marcadas con la forma E4, mucho más expuestos a padecer la hipercolesterolemia, podrán evitarla con un control exhaustivo de la alimentación.

Los resultados son muy positivos. El caso de APOE y el colesterol es sólo uno de muchos. Como muestra este documental ofrecido por el excelente programa Documentos TV de  La 2, se han producido avances similares, como por ejemplo, en la prevención del ictus, otro problema de raíz cardiovascular.  

Parece claro pues que la alimentación del futuro pasa por nuestros genes.

2 comentarios:

  1. Interesante post! Muchas gracias! ¿Pensáis también que a través de este tipo de análisis genético, se puede aumentar el rendimiento deportivo de ciertos atletas? Es decir, ¿unos atletas deberían comer una cosa u otra en función de sus genes? ¿Y esto afectaría en su rendimiento? Un saludo!

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  2. Desde luego que sí Miguel! Cada día es más evidente que estamos programados cuando nacemos, somos una máquina con sus propias instrucciones (el ADN) y en la medida que lo vamos conociendo, tenemos más posibilidades de hacer funcionar la máquina al 100%. El peligro es el dopaje genético, que permite modificar por los genes (introduciendo un virus, por ejemplo) y aumentar así tasas de hemoglobina, miostatina, la hormona del crecimiento... y conseguir así atletas perfectos.

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