Recuerdo cuando, allá por primero de carrera, un profesor me dijo que tendría serios problemas de proteínas cuando le dije que no comía ni carne ni pescado. Su parecer está completamente extendido entre la sociedad, pese a que cada vez son más las personas deportistas e incluso atletas de primer nivel que llevan una vida completamente normal siguiendo una dieta vegetariana.
Para acabar con los mitos que siempre acechan a este tipo de dieta, cuelgo este archivo muy ameno de leer, a la par que práctico, que puede servir de guía inicial para aquellos que quieran hacer de los productos vegetales el pilar principal de su alimentación. Bien sea por motivos de salud, bien por motivos éticos o morales. Cualquiera que sea la razón es buena para empezar con el cambio.
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